lunes, 28 de julio de 2008

Capitulo 5: El Desafío de los Gigantes

Los Gigantes comenzaron a abrigar escepticismo en sus corazones. Gran Kain ya había probado su propia estupidez creando una humilde criatura viviente llamada Humano. Además, debido a la lasciva conducta de Gran Kain y a los celos de Einhasad, El Inframundo fue creado y varios demonios comenzaron su existencia. Debido a la debilidad e incompetencia de Eva el continente fue gravemente deformado. Las semillas de la duda comenzaron a brotar en las mentes de los gigantes. ¿Merecían estos dioses su adoración?

Los Gigantes podían montar en carros hechos con sus propias manos y entrar y salir libremente del palacio de los dioses. Podían usar la magia para elevar una isla por los aires y vivir en los cielos como dioses. Podían prolongar sus vidas hasta parecer que vivían eternamente. Los Gigantes comenzaron a pensar que su poder era equiparable al de los dioses. A pesar de su sabiduría, se hicieron demasiado arrogantes.

Y así los Gigantes comenzaron su intención de convertirse en dioses.

Comenzaron a experimentar modificando organismos vivos para crear nuevas formas de vida. Los Gigantes llamaron a la magia que hacia posibles tales milagros ?ciencia?. Ebrios de poder, los Gigantes organizaron una fuerte armada para combatir contra los dioses a pesar del fracaso de Shilen, los seis dragones, y numerosos demonios que emprendieron esa misma tarea.

Los dioses observaron las preparaciones de los Gigantes y se pusieron furiosos. Einhasad, que había reivindicado el derecho único de poder crear vida, estaba ciega de ira. Juro destruir a todos los gigantes junto con el continente y el mundo entero. Gran Kain le suplicó para que mantuviera la calma. "Al igual que eres la Madre de la Creación"- le replicó - "la destrucción es mi responsabilidad. Sabes muy bien que tuve que resignarme cuando envidiaba tu cometido"

"Yo castigare a los Gigantes por su conducta arrogante. Si después continuas deseando destruir el mundo, luchare contigo con todo mi poder". Gran Kain no iba a permitir la destrucción del continente, costase lo que costase, y Einhasad estaba muy ofendida por la intervención de Gran Kain. Aun así, como ambos eran de un estatus similar, ella no podía detenerlo.

Finalmente Einhasad entro en razón. Para castigar a los Gigantes, decidió tomar prestado elmartillo de Gran Kain ? conocido como el Martillo de la Desesperación. Debido a su inmenso poder destructivo, ni siquiera Gran Kain había usado jamás ese arma. Aún llena de furia, Einhasad alzó el martillo sobre su cabeza y lo arrojó hacia el centro de la ciudad de los Gigantes.

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