lunes, 28 de julio de 2008

Capítulo 2: La Creación de las razas

Einhasad era la Diosa de la Creación y creó formas usando su propio espíritu. Sus hijos usaron su propia energía para crear vida a partir de estas formas.

Shilen infundió el espíritu del Agua en la primera forma. Así fue como se creó la raza de los Elfos.

Paagrio infundió el espíritu del Fuego en la segunda forma. Así fue como se creó la raza de los Orcos.

Maphr infundió el espíritu de la Tierra en la tercera forma. Así fue como se creó la raza de los Enanos.

Sayha infundió el espíritu del Viento dentro de la cuarta forma. Así fue como la raza de las Arteias fue creada.

Gran Kain era el Dios de la Destrucción. Cuando vio el trabajo de Einhasad, se puso curiosamente celoso. Imitó a Einhasad y creó una forma de su propia imagen. Entonces fue a ver a Shilen, la mayor de sus hijas y le pidió infundir su espíritu en la forma. Shilen se sorprendió mucho y le contestó, "Padre, por qué quieres hacer semejante cosa? Einhasad, mi madre, es responsable de la Creación, por favor no codicies aquel trabajo que no es tuyo, una criatura que recibe la vida del Dios de la Destrucción solo ocasionará desastre".

Pero Gran Kain no se dio por vencido, tras mucho engatusar y persuadir, pudo conseguir finalmente el consentimiento de Shilen.

"Lo haré pues, pero ya he entregado el espíritu del Agua a madre. Por lo tanto lo único que puedo darte son las sobras". Shilen entregó el estancado y corrupto espíritu del Agua a Gran Kain. Gran Kain lo aceptó gustosamente.

A pesar de todo, Gran Kain sentía que no era suficiente el darle solo un espíritu a su criatura. Por lo que fue a ver a Paagrio, su hijo mayor, como Shilen, Paagrio también advirtió a Gran Kain. Pero no pudo negarse a su padre. Por lo tanto entregó el moribundo espíritu del Fuego a Gran Kain. Este lo aceptó con mucho gusto.

Maphr también advirtió y suplicó a su padre con lágrimas en sus ojos pero terminó entregando el árido y contaminado espíritu de la Tierra a su padre. Sayha, en su turno, dio a su padre el salvaje y violento espíritu del Viento.

Satisfecho, Gran Kain tomó todo aquello que consiguió y gritó, "Contemplad las criaturas vivientes que estoy creando! Contemplad lo que ha nacido con el espíritu del Agua, el espíritu del Fuego, el espíritu de la Tierra y el espíritu del Viento. ¡Serán más fuertes y sabios que los Gigantes! "Ellos dominarán el mundo!".

Gran Kain gritó con gran orgullo a todo el mundo e infundió el espíritu dentro de la criatura de su propia imagen. A pesar de todo, el resultado fue terrible. Sus criaturas eran débiles, estúpidas, maliciosas y cobardes. Los otros dioses despreciaron las criaturas de Gran Kain. Para superar la vergüenza de su fallo, Gran Kain abandonó a sus criaturas y se escondió por un tiempo. Estas criaturas se llamaron Humanos.

La raza de los Elfos era sabia y hábil para realizar la magia. Pero eran menos sabios que los Gigantes. Por lo tanto, los Gigantes permitieron que los Elfos les sirvieran en actividades políticas y en temas mágicos.

La raza de los Orcos era fuerte. Poseían una resistencia inagotable y una gran fuerza de voluntad. A pesar de todo, eran menos fuertes que los Gigantes. Por lo tanto, los Gigantes permitieron que los Orcos les sirvieran en la Guerra.

La raza de los Enanos era diestra. Eran buenos ingenieros, hábiles matemáticos y sobresalientes artesanos. Los Gigantes permitieron que les sirvieran en trabajos de banca y de fabricación. La alada raza de las Arteias era amante de la libertad y poseían una eterna curiosidad. Los Gigantes querían capturar y subyugar a las criaturas de vuelo libre, pero en cuanto una Arteia fue encerrada en una jaula, ésta perdió rápidamente su fuerza y murió. A los Gigantes no les quedó mas remedio que permitir a las Arteias volar libres. Así que las Arteias visitaban la ciudad de los Gigantes para traerles noticias de otras partes del mundo.

Los Humanos no podían hacer nada bien y así se hicieron esclavos de los Gigantes, haciendo todo tipo de trabajos. La Vida de los Humanos no era mucho mejor que la de los animales.

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